Tan incrustada en la esencia del Duero y de Oporto, que a veces olvidamos que Vila Nova de Gaia es un municipio diferente al del otro lado del río que une el puente Luis I con su gigantesco esqueleto de hierro, además de los otros lazos que son los puentes de María Pia, Ponte da Arrábida, San Joao, do Freico o Ponte da Infante.
Posiblemente ya antes de llegar hemos visto desde la orilla de Oporto los nombres de las bodegas en letreros grandes acompañando el color rojizo de las tejas de las casas, y los «rabelos», las barcas que antiguamente transportaban vino y que hoy son parte de la fisonomía turística de Vila Nova de Gaia.
A menudo la excusa para cruzar a la orilla de Vila Nova de Gaia es la bajada (o subida) en teleférico que desde la rivera del río alcanza la parte alta junto al puente Luis I; el recorrido en barco o un paseo junto al Duero para hacer visitas guiadas a las bodegas de vino Porto.
Sin embargo la tercera ciudad de Portugal en habitantes ofrece al viajero mucho más que un rato de turismo por los principales monumentos.
En la Oficina de Turismo de Vilanova de Gaia que se encuentra en un moderno edificio junto al Duero, en la Avenida. Diogo Leite, 135 nos podemos ilustrar acerca de las rutas que podemos disfrutar.
El crecimiento de la ciudad como centro residencial ha ido parejo a la mejora de las infraestructuras, tanto de transporte para alcanzar Oporto en minutos, como para disfrutar de ocio y relax por igual, con numerosos parque, miradores al río o campos de golf.
El edificio de la Casa de Cultura Casa Barbot
Bodegas de vino Porto
Son la zona más famosa de Vila Nova de Gaia, con una quincena de bodegas históricas que han convertido la orilla del río en un boulevard donde han proliferado los buenos restaurantes.
Las más famosas son las de Sandeman, Cálem, Ramos Pinto o Ferreira, pero no menos atractivas son las de Croft, Cockburn’s, Offley, Real Companha Velha, Rozés, Taylor Fladgate & Yeatman, Vasconcelos, W & J. Grahams’s, Burmester o Churchill Graham.
Conocer su proceso de elaboración gracias a las visitas guiadas nos permite distinguir entre los tipos de vino, y saborear el producto con más tirón del norte de Portugal.
Si cruzamos el Duero hacia Vila Nova de Gaia desde la zona alta de Oporto y el centro histórico a través del puente Luis I, tendremos unas vistas espectaculares del río y de los dos márgenes. Y cuando ya estemos en el mirador del Jardim do Morro, junto al teleférico al atardecer el sol le dará unos colores mágicos a las casas de Ribeira, con quizá la mejor vista de Oporto.
A un lado está el Monasterio de Serra do Pilar, Patrimonio Unesco desde 1996, obra religiosa fundamental de Portugal, fundado en 1537 para albergar a los agustinos del Monasterio de Grijó que en esa época estaba severamente dañado. La iglesia es Patrimonio Nacional y su forma circular cubierta por la enorme bóveda nos recuerda al Panteón de Roma, si bien en este caso está coronada por una linterna panorámica. En el interior la decoración de tallas en dorado y blanco la embellece mientras que el claustro, con su ornamentación de columnas jónicas de estilo manierista supone un caso sin igual en Portugal.
El gran número de edificios religiosos de Vila Nova de Gaia permite llevar a cabo una ruta temática que nos conduce por el Monasterio de Grijó, el Convento Corpus Cristi, el Monasterio de Pedroso, la Igreja de Santa Marinha, la Capilla do Senhor da Pedra o la Capilla de Bom Jesus.
Si contamos con tiempo en nuestro viaje a Oporto y Vila Nova de Gaia, y inquietudes culturales los museos de Teiseira Lopes -artista polifacético-; la Galería Diogo de Macedo o el Solar dos Condes de Resende con su colección museística que incluye piezas arqueológicas.
Ya en la costa las Playas, el gran número de arenales con playas azules ofrece casi 20 km de costa atlántica, desde Fox de Duero en la desembocadura del río hasta San Felix de Marinha al sur.
Volcada al turismo verde, Vila Nova de Gaia tiene en sus espacios ecológicos una apuesta de futuro, destacando el Parque biológico, el Parque de Lavandeira, el Parque de Dunas y el Jardín botánico do Castelo además de la Reserva Natural del Estuario del Duero.
Como llegar y moverse
Para llegar a Vila Nova de Gaia tenemos varias opciones, pero hay que tener en cuenta que si queremos ir a las bodegas lo mejor es cruzar andando por la parte de abajo del puente Luis I. Si cruzamos por lo alto a pié o venimos en metro o tranvía luego tendremos que descender o bien por el laberinto de calles que van haciendo zigzag hasta el río, o con el teleférico.