Biodiversidad de Portugal

Delfines cerca de las costas de Madeira (foto Flickr de Made in Madeira)
Delfines cerca de las costas de Madeira (foto Flickr de Made in Madeira)

La vegetación de Portugal es una mezcla de Atlántico, Mediterráneo y algunos países de África. Al norte del valle de Mondego, el 57 % de las plantas son especies europeas y sólo el 26 % del Mediterráneo, en el sur, las proporciones son 29% y el 46% respectivamente.

En el Algarve, la barrera montañosa de Serra de Monchique detiene los vientos del Atlántico, gracias a su húmedo clima, el florecimiento de plantas tropicales como los bananos, los rododendros y los robles es usual. También encontramos limoneros, pinos, eucaliptos, higueras, almendros y naranjos.

El alcornoque es muy abundante en este país, está en todas las regiones, sobre todo en Alentejo. Portugal es el primer exportador mundial de corcho que sirve entre otras cosas para fabricar los tapones de las botellas. El árbol debe tener una edad comprendida entre los 20 y 30 años antes de que se efectúe una primera extracción del corcho, y después, se tendrá que esperar nueve años hasta el segundo.

La fauna en Portugal es una mezcla europea y del norte de África. Como en España, la cabra montesa, el jabalí y el venado se encuentran en el campo portugués. El lobo sobrevive en las partes remotas de la Serra da Estrela, y el lince en Alentejo. El zorro, el conejo y la liebre ibérica son omnipresentes.

La vida de las aves es rica, porque la península se encuentra en la ruta migratoria de invierno de Europa central y occidental de estas. Hay abundancia de peces en las aguas atlánticas de Portugal, especialmente la sardina. Los crustáceos son comunes en el norte de las costas rocosas.

Muchas especies animales tienen el hábitat al norte de Portugal. En la frontera con España, los ciervos, los caballos salvajes, los jabalíes y las águilas reales conviven en el parque nacional de Penada-Gerês. En las alturas del Trás-os-Montes, se encuentran lobos, linces, gatos salvajes y zorros.

Hay un total de ocho reservas o parques naturales en Portugal. La reserva de Ria Formosa es un lugar privilegiado para observar a los pájaros migratorios y el Cabo San Vicente es un relevo para estos pájaros de camino hacia África o Europa.